ES SIMPLE: HAZLO
FÁCIL
La simplicidad es la sofisticación definitiva. (Leonardo Da Vinci)
Los japoneses frecuentemente en
sus habitaciones tienen pocas cosas, escasos muebles, sin televisores,
bibliotecas y los colores de las mismas son claros con preferencia al blanco. Muchas
disciplinas orientales, que por cierto son milenarias, nos demuestran que la tendencia
es ir hacia lo sencillo que busca la paz, la armonía y la funcionalidad.
Cuantas veces en nuestro paso por las universidades nos encontramos a
profesores con mucho conocimiento pero que en el momento de transmitirlos a sus
alumnos no logran los objetivos. Domar la complejidad para convertirla en
simplicidad requiere un esfuerzo de reducción y precisión comunicativa que no
todos podemos lograr. Pero el camino es ir hacia allá siempre y constantemente
en todo, en cuanto más sencillo pueda Ud. transmitir una idea mejores serán los
resultados alcanzados. La industria de la publicidad tiene muchos ejemplo de
esto, los comerciales con la idea más
simple, fuerte y bien presentada es el que normalmente recordamos, y con él su
marca.
Sin complejidad no existe la
simplicidad. Hace poco tiempo los teléfonos celulares mientras más teclas y
botones tenían eran mejores, ahora estos smartphone con tres teclas permiten
acceso a un mundo mayor de posibilidades, esta es la tendencia global. Pero
muchos seres humanos prefieren complicar sus vidas al máximo, en el amor, el
trabajo y en todas las relaciones humanas. La felicidad es más fácil de
alcanzar desde la simplicidad. Cuando salimos de las grandes ciudades y
conocemos gente sencilla como agricultores o pescadores es muy interesante
entablar conversaciones con ellos, normalmente son gente que depende de sus
faenas diarias de trabajo, pero entre las arrugas del sol inclemente que deben
soportar casi siempre encontramos una sonrisa y un brillo en los ojos que se
parece mucho a la felicidad. Entonces la tarea por hacer es aprender de esa
actitud positiva.
Es importante adoptar la idea de
ir simplificando las cosas cada vez más. Una vida simple es una vida feliz, y
simple no significa sin sustancia, lo que significa es priorizar lo verdaderamente
esencial de acuerdo a nuestros valores. No basta con tener buenas intenciones
de hacerlo, es primordial escoger las 5 cosas más importantes de nuestras vidas
y dedicarnos a ellas con pasión creando así un hábito de éxito. Este es un
trabajo que primero es reflexivo y luego es de acción, esa lista de 5
prioridades puede cambiar en el tiempo, pero debe estar presentes como un GPS
que te lleva en busca del rumbo correcto. Tener una meta diaria que apalanque
una de esas prioridades nos puede mantener siempre con eso norte claro.
Orden y simplicidad en nuestra
casa, en el trabajo, en las relaciones, en lo que comemos, en las finanzas; en
fin, en lo que hacemos y pensamos, eso nos ayudará a conseguir simplicidad en
la mente y en el corazón. Aunque parezca difícil no lo es, crear el hábito nos
lleva a la sofisticación de lo simple.